011 4806 1119

Pacheco de Melo 1827, P.5º

C.A.B.A. | Argentina

La depresión y la dieta

Quizás desde el conocimiento de la misma existencia de la depresión hace ya miles de años, se busca una correlación de la misma con factores dietéticos, conociéndose así también desde antiguo la relación existente entre apetito y depresión.

Otros trastornos del sistema nervioso han sido correlacionados con la dieta. Desde principios de siglo, por ejemplo se preconizaba una dieta basada en un fuerte consumo de grasas como tratamiento para mejorar la epilepsia.

Muchas veces,las medidas higiénico-dietéticas incluían prohibiciones por ejemplo de sustancias estimulantes o picantes y en otras se indicaba su consumo para mejorar el estado de ánimo.
Una relación de tipo mágica y primitiva se establece a veces entre un alimento sobre todo si posee determinada forma, o proviene de un animal de gran energía, o de una zona de éste a la que se cree dotada de poder.

Así es que aún hoy, se cotiza enormemente en ciertos países el polvo de cuerno de ciervo, y más aún el cuerno de rinoceronte a la que se atribuyen poderes afrodisíacos.

La dieta no estuvo entonces exenta de los «favores» de cuanto charlatán anduviera suelto, recomendandose todo tipo de pociones elíxires, pócimas o «gualichos» para producir determinados efectos sobre el humor o la conducta de otras personas.

También por factores comerciales, o sea el charlatanismo moderno, se ha dotado a ciertos alimentos de presuntos poderes exepcionales ya que, aunque poseyendo a veces ciertas virtudes, de ninguna manera sobrepasan las de cualquier otro alimento natural. Así fué que se han visto las modas de la jalea real,de la lecitina,de los brotes de soja, del extracto de raiz de ginseng,de los lupines etc.

En otros casos , la propaganda se encarga de crear alimentos diabolicos,que son sustituidos por otros que no tienen la temida sustancia.Hoy asistimos al terrible prejuicio contra el colesterol. «Use solo aceite x:» «No tiene colesterol» ¡Como si algún aceite tuviera colesterol! Y allí va el sujeto a comprarse el aceite «sin colesterol» que por supuesto vale el doble que los otros, muy preocupado por su salud mientras se fuma tres atados de cigarrillos por día y permanece sentado la mayor parte del día.

Desde el punto de vista puramente científico, también han sido enormes los esfuerzos por vincular a determinados alimentos, o tipos de dietas,con trastornos nerviosos y ultimamente, con la producción de neurotrasmisores.

Dr. Oscar R. Carrión